Compromiso absoluto para combatir el narcotráfico
15/09/17
El Comisario Inspector Alejandro Vera es Jefe de División Secretaría de la Superintendencia de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de la Policía de la provincia de Buenos Aires. Casado sin hijos, con 41 años de edad y 23 años de servicio, su carrera comenzó en la Escuela de Policía Juan Vucetich; pasó por Investigaciones y luego fue convocado a la entonces llamada Dirección General de Investigaciones Complejas y Narcocriminalidad.
En aquellos meses de 1998, gracias al manejo fluido del idioma inglés, tuvo la oportunidad de asistir a un Curso de Capacitación dictado por la DEA, en Santiago de Chile. Allí participaron activamente distintas fuerzas de seguridad del mundo intercambiando información en pos del mejoramiento en la metodología investigativa y optimizando los equipos técnicos y tecnológicos.
En los primeros días de abril de 2017 estuvo en Italia, en la Scuola di Polizia Tributaria, de la Guardia di Finanza, en el curso "Cooperazione internazionale in materia di criminalita organizzata e riciclaggio" ("La cooperación internacional en el campo del crimen organizado y el lavado de dinero").
- ¿Cuál es el balance que puede realizar respecto de su participación reciente en Italia?
En principio el curso en la Guardia di Finanza tuvo varios puntos de máxima importancia para mí a nivel institucional y, por supuesto, personal. En primera instancia, soy un oficial al que le gusta capacitarse para poder aplicar todas esas experiencias al trabajo de cada día y, además, para poder multiplicarlo con los camaradas. Este curso, en una primera etapa, tuvo que ver con toda la parte judicial referida a la Unión Europea. Ellos tratan de ser compatibles en sus cuestiones legales para que los tecnicismos operativos sean mucho más prácticos a la hora de trabajar. Es una gran experiencia saber cómo aplican sus leyes en forma paralela en cada país, tratando de tener una similitud entre todos para que les permita avanzar en la lucha contra cualquier delito. Y no solamente los vinculados a los delitos tributarios, sino también son la fuerza encargada de controlar las fronteras de ese país. Tienen la autoridad en organismos similares a los que nosotros tenemos acá, como la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) o la Unidad de Información Financiera (UIF). Veo que nosotros, en esta Superintendencia, contando con las Direcciones de Delitos Económicos y de Lavado de Activos, tenemos la misma impronta, tenemos el mismo objetivo. Interactuamos de la misma manera con las autoridades judiciales y políticas para desarticular esas organizaciones ilícitas, identificar a los responsables y ponerlos a disposición de la justicia utilizando todas las herramientas y mecanismos con que cuenta la fuerza para desarrollarlo con éxito.
-¿Cuáles son específicamente los delitos que combaten?
A partir de la fusión con lo que era Delitos Complejos se anexaron a esta Superintendencia áreas específicas como, por ejemplo, la Dirección de Análisis en la Investigación de las Comunicaciones (DAIC) que cuenta con un equipamiento tecnológico y un grupo especializado para la investigación, la confección de los denominados VAIC y realizan las pericias de los equipos de comunicaciones que las autoridades judiciales secuestran en los allanamientos. A la vez, también, contamos con la Dirección de Delitos Económicos; con la Unidad de Investigaciones del Lavado de Activos; con la Dirección de Cibercrimen, que fue potenciándose no sólo para las necesidades de la Policía sino también las de la justicia. Es importante señalar que la justicia ha generado Fiscalías temáticas para poder trabajar este tipo de delito; muchas veces toman más notoriedad los vinculados a la pornografía infantil, por lo aberrante que significa ese delito. Además, tenemos la Dirección de Operaciones contra el Crimen Organizado que interviene en los casos de relevancia, cuenta con un equipo de profesionales y de personal que tiene una vasta experiencia en el área investigativa; con Interpol, nexo directo tanto con las Policías del resto de las provincias como también de otros países del mundo y con la Policía Federal Argentina. También cuenta con la División contra el Terrorismo, contacto directo con los organismos e instituciones -gubernamentales o no- que nos necesiten para brindarles seguridad en cualquier aspecto que sea necesario.
-¿Algunas de estas dependencias fueron creadas a partir de las necesidades surgidas a través de nuevos delitos?
Sí, por supuesto. El claro ejemplo es la creación de la División Trata de Personas; el grupo de oficiales que hacen las tareas de investigación y operativas interactúa con un equipo de profesionales que incluye psicólogos, médicos y lleva adelante un trabajo en comunión con autoridades nacionales que son las que, de alguna manera, también participan activamente. Estamos hablando de aquellos organismos que se encargan de darles contención, un lugar de abrigo, una atención médica o psicológica acorde a la víctima y darle tranquilidad y el alivio al resto de la familia de la víctima.
-¿A raíz de los fraudes ligados al lavado, han tenido que recurrir a nuevas tecnologías?
Claro. A partir de cada investigación se trabaja en forma dinámica con diferentes organismos y oficinas provinciales o nacionales, como por ejemplo la AFIP o la UIF, que cuentan con una base de datos que nos permite identificar de manera fehaciente a esas personas que integran organizaciones dedicadas a ese tipo de delito. La base de datos tiene que ver con la tecnología, con la modalidad en la que uno va obteniendo esa información, permite que los canales sean más acelerados. Hoy también tenemos la posibilidad de contar con un servicio de Internet que nos permite estar en tiempo real conectados con todos esos organismos con los que ya las investigaciones avanzan mucho más rápido porque las respuestas son, muchas veces, en tiempo real. Por supuesto que todo esto es avalado y en pleno conocimiento de la justicia.
-¿En otros países utilizan herramientas a las que nosotros aún no tenemos acceso?
Aunque siempre hay tecnología nueva para poder aplicar al trabajo que realizamos, nosotros venimos trabajando con todos los medios y herramientas con las que contamos y logramos siempre con éxito y con mucho esfuerzo avanzar y tener el reconocimiento de nuestras autoridades policiales, ministeriales e inclusive judiciales con los que mano a mano trabajamos cada día.
-¿Es difícil comprobar el lavado de dinero a raíz del narcotráfico?
Es un delito muy complejo para desmenuzarlo, pero no imposible porque tiene que ver con la calidad y el esfuerzo del investigador que va uniendo cada pieza que se necesita para descubrir una organización de este tipo y, al mismo tiempo, ese investigador va nutriéndose de toda la información que viene aparejada con un delito más importante, el tráfico de drogas ilícitas. En paralelo, acopia la información de los bienes, movimientos de dinero, de las personas que interactúan con ellos; asimismo, el investigador determina si existe distribución de roles y establece qué responsabilidades tiene cada uno. De esta manera, queda a disposición de la justicia la información respecto de los bienes adquiridos, obtenidos o que poseen y que tiene que ver con un origen totalmente ilícito.
-¿Me podría comentar un ejemplo concreto?
En principio sería un poco delicado abordar un ejemplo puntual porque somos responsables de que la investigación sea preservada para que el trabajo que hace la justicia no sea vulnerado. Pero han ocurrido casos en los que se ha descubierto una organización dedicada a la obtención de drogas ilícitas, distribución y venta a menor escala. Cada una de las personas que formaban esa organización ilícita tenía un rol definido entre ellos y con terceros. En esa investigación se trabajó sobre cada integrante, sobre su modo de vida, sobre sus actividades; algunas personas tenían actividades vinculadas a profesiones como contadores públicos o abogados o, inclusive, algunos tenían comercios. Entonces se logró determinar que si bien no tenían contacto con la droga, sí tenían contacto con el líder de la organización y éste les delegaba la tarea de ingresar ese dinero ilícito a través de comercios o empresas que aunque estaban inactivas, figuraban con balance positivo y tributaban como una empresa normal que les permitía generar un movimiento de dinero legal a partir de una actividad ilegal. Todo esto se fue agregando al expediente judicial y cuando concluyó la investigación, el juez competente ordenó la realización de los allanamientos, el secuestro de distintos elementos y las detenciones de los responsables como también el secuestro del dinero, la intervención de las cuentas bancarias y toda esa información trabajada en forma paralela con autoridades de la AFIP o la UIF que también instruían sus actuaciones administrativas conforme su competencia.
-¿Cuánto tiempo, aproximadamente, lleva una investigación de este tipo?
Este tipo de investigaciones siempre lleva un tiempo de desarrollo importante que tiene que ver con que la causa concluya con todos los delincuentes puestos a disposición de la justicia y evitando que la organización quede seccionada, para evitar que alguno continúe con la actividad que luego dará lugar a una nueva investigación. Por eso es que hay veces que las investigaciones llevan meses; otras, un año o más también. El tiempo de investigación está vinculado con los acontecimientos que van surgiendo dentro de las mismas organizaciones delictivas. Recuerdo que hace poco tiempo se logró desbaratar una banda que se dedicaba al tráfico de marihuana desde Paraguay y luego utilizaban el interior como lugares de ocultamiento y distribución. Puntualmente durante esta investigación encontramos que hubo disputas entre los integrantes de la organización; por eso la investigación se amplió y se hizo más extensa. Pero los resultados, finalmente, fueron altamente positivos. De hecho, nosotros logramos el secuestro de tres aeronaves, de los vehículos que eran utilizadas para el transporte de la droga a gran escala y, también, la detención de las personas que integraban esta organización.
-¿Cuáles son las líneas de trabajo para evitar la oferta y demanda de drogas?
Nosotros llevamos adelante un trabajo muy abarcativo en ese aspecto. En primer lugar, interactuamos con la justicia ordinaria y la justicia federal en cuanto a la investigación cotidiana en los lugares de venta al menudeo. Además, se detecta el consumo de cocaína –en su continente que es el papel glasé o nylon o, inclusive, en diarios-, marihuana, el llamado "paco" y, en ocasiones especiales, el consumo de drogas sintéticas. El secuestro de este último tipo de drogas se efectúa en acontecimientos especiales como por ejemplo una fiesta electrónica, o alguna actividad vinculada a un público socio-económico diferente que tiene adicciones. Nosotros hacemos un trabajo permanente con la justicia ordinaria para ir neutralizando los lugares emergentes de venta de drogas. En el Conurbano bonaerense hacemos un trabajo diario, muy fuerte y damos el máximo para poder avanzar en cada investigación que se nos asigna, para dar una respuesta positiva a ese vecino que está pidiendo ayuda y que está viendo que en su barrio, en su cuadra o en su manzana hay alguien que está intoxicando a los chicos con estas drogas.
-¿Reciben consultas de organismos gubernamentales con el fin de implementar una campaña antidrogas?
En nuestra área contamos con la Dirección de Prevención que tiene que ver con la parte preventiva y operativa e interactúa en forma directa con instituciones que tienen la posibilidad de hacer múltiples llegadas a las personas que trabajan sobre las adicciones. Además se realizan charlas preventivas a chicos adolescentes y jóvenes universitarios; se hacen a pedido de las autoridades o en consenso con los Jefes de las Delegaciones de Drogas Ilícitas con las que contamos. Esta Dirección policial, al mismo tiempo, interactúa con organismos como la Sedronar.
-Cuando aparece una nueva droga en el mercado, ¿disminuye el consumo de otras?
No, en principio no hay un parámetro consistente respecto a que disminuya el consumo de una sustancia y emerja la otra. Esto tiene que ver, lamentablemente, con las adicciones de cada persona y la dependencia a esa sustancia.
-¿Con qué otros organismos internacionales interactúan?
Trabajamos con Interpol a la hora de poder intercambiar información, o ellos mismos a veces requieren de nuestra colaboración sobre cuestiones vinculadas a causas que tengan en el exterior. Con Europol, a partir de mi participación en Italia en la Guardia di Finanza, logramos avanzar sobre las relaciones con los otros países que integran la Unión Europea; trabajamos con las Embajadas; con la DEA tenemos un contacto fluido porque hemos estado participando en algunos cursos en el exterior que permiten generar una relación mucho más fluida con todos los organismos de las distintas naciones que nos dedicados a la lucha contra el narcotráfico.
-¿En qué consiste la docencia que impulsan desde la Superintendencia para instruir a sus propios policías?
En principio, en el transcurso del año pasado se logró avanzar sobre una capacitación para quienes trabajaban en otras áreas y tenían interés en incorporarse en esta Superintendencia. Así, se generó un curso que permitió ir nutriéndolos con la información base de las distintas áreas y se les fue aportando un conocimiento técnico, un conocimiento jurídico y un conocimiento operativo. Tal es así que luego se realizaron algunos exámenes que permitieron ver el grado de aceptación de esa información y el grado de intención real de esos chicos; muchos de ellos lograron incorporarse y hoy están trabajando en distintas delegaciones que integran esta Superintendencia.
-¿Para usted qué significa capacitar?
Capacitar tiene que ver con una instrucción, con aportar ese conocimiento que muchas veces no sólo tiene que ver con el conocimiento de doctrina, de las disposiciones legales que nosotros respetamos y que tratamos de hacer cumplir sino también con llevar esa experiencia que le permita a cada efectivo que integra esta Superintendencia acoplar esa información y que le sea útil a la hora de emprender ese camino que tiene que ver con el trabajo sobre el terreno.
-¿Participó en casos de relevancia social?
Sí, todos hemos participado porque en cada caso trabajamos todo en forma conjunta y mancomunada; en mayor o menor medida todos participamos en cada caso que sea de importancia, de relevancia, vinculado al narcotráfico o al lavado de activos; cada uno cumple o desarrolla un rol y ese rol tiene que ver con las órdenes judiciales que permiten esclarecer y determinar las responsabilidades. Nosotros tenemos que ser cautos y silenciosos para no perjudicar esa continuidad en la investigación que luego se ordena y que justamente tiene un impacto mediático inmediato, pero para nosotros complica la continuidad.
-¿Cuánto influye su trabajo en su vida privada?
Lo que puedo decir en mi caso particular es que influye en forma directa y muy profunda. Integro las filas de la Institución desde los 17 años, hoy tengo 41; son muchos años dedicados de lleno a la Policía. De hecho hoy le contaba que inicié mis estudios universitarios y no logré concluirlos pero seguí capacitándome y perfeccionándome para la Policía, por la Policía y para todo ese trabajo que para mí fue el leitmotiv de mi vida. Es algo que tiene que ver con la pérdida de momentos familiares, como fiestas o cumpleaños. He tenido que trabajar sobre la detención de personas en momentos clave como un día de la madre, un día del padre, una Navidad, un Año Nuevo, en el que se volcaba todo el esfuerzo para cubrir con éxito tanto tiempo de sacrificio, de investigar y de perseguir a los delincuentes y que en definitiva no solamente uno ponía a disposición del trabajo, de la carrera y de la sociedad ese momento sino nuestra propia familia y que eran impedidos de compartir esa mesa o esa noche porque uno quería cumplir con el deber.
-¿Podemos soñar con una Argentina sin narcotráfico?
Estamos trabajando con un compromiso absoluto para luchar contra ese flagelo.
Crédito de fotos: Comunicación Institucional Policía de la provincia de Buenos Aires.
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