“Jamás olvidemos que somos los buenos”

17/10/17

Los Comisarios Mayores Mónica Dávalos y Emilio Actis Dato, de Activos Ilegales de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado y Re.P.Ar (Registro Provincial de Armas) de la Superintendencia de Planeamiento y Operaciones Policiales, respectivamente, regresaron hace pocos días de una capacitación en ILEA-Roswell, Nueva México, Estados Unidos.

Los cursos fueron “Executive Policy and Development Symposium” y “Anti-Corruption and Model Law Forum” en la International Law Enforcement Academy Roswell -ILEA- (“Simposio Ejecutivo de Políticas y Desarrollo” y “Foro Anticorrupción y Derecho Modelo” en la Academia Internacional de Aplicación de la Ley Roswell -ILEA-) en idioma inglés con traductores.

Los entrevistados forman parte de la Promoción 50 de esa institución y destacaron, además de la calidad profesional y curricular, la calidez humana; en especial por  parte del Director quien los recibía y despedía en cada jornada con un saludo individual.

Mónica Dávalos tiene 51 años, dos hijos y 31 años de antigüedad en la Fuerza. Emilio Actis Dato tiene 46 años, dos hijas y 28 años de antigüedad.

- ¿Cómo ingresaron a la Policía?
Actis Dato: Entré en 1990, a través de mi papá que es suboficial retirado. En su taller mecánico presencié rondas de mate y charlas con sus amigos jefes y oficiales, así me dieron a conocer un poco más lo que era la Policía. Pienso que ingresé por vocación. Mi primer destino fue la Comisaría La Plata 7° donde traté de iniciarme con lo que es la parte de sumarios, con la guardia, los detenidos y trabajé mucho lo que era el viejo código contravencional. También me puse a estudiar Abogacía y tuve destino en lo que era la antigua Dirección General de Ciencias y Técnicas Criminalísticas, hoy Policía Científica. Después me derivaron a lo que es la Dirección de Antecedentes hasta llegar al destino actual, al que quiero mucho, el Re.P.Ar. Me recibí de Abogado en 2003 en la Universidad Católica de La Plata después de mucho tiempo.

Dávalos: Ingresé cuando era muy joven porque mi hermana era cadete de la Policía Federal. En la Federal, en ese momento, la mujer llegaba hasta Oficial Principal, nada más y en la provincia, la mujer llegaba a Comisario Inspector; por lo tanto, dije “voy a ingresar a la Policía de la provincia”. Por vocación empecé y aquí estoy. Yo también soy abogada desde el año 2000, me gradué en la Universidad de Lomas de Zamora; tengo un Profesorado en Educación Superior de la UTN e hice un Curso de Preparación en Seguridad Pública en Policía Federal.

- ¿Cuál fue su primer destino?
Dávalos: Comisaría Lanús 10°, en 1987, aprendiendo las cosas esenciales que se aprenden de la policía, el manejo de la superioridad, el mando, trabajar con detenidos, atender a la gente, tomar denuncias.

- ¿Y qué otros destinos han marcado su carrera?
Dávalos: He tenido varios destinos, estuve en Cuerpo Caballería; estuve en Departamental, cuando se denominaban Unidades Regionales; estuve en Servicios Sociales; fui Directora de Gestión de PB2, cuando se creó en el año 2004; fui Subdirectora de la DDI muchos años, en Investigaciones, manejaba secuestros extorsivos, todos delitos graves; fui Secretaria de Delitos Complejos; después fui Secretaria de Investigaciones aquí en el Ministerio; fui Directora de Prevención en Narcotráfico y actualmente Directora de Activos Ilegales. Ingresé en 1985.

- ¿Qué tiempo les demanda el trabajo en un día?
Dávalos: Mucho tiempo, yo trabajo en tareas investigativas. Para lo mío no hay un horario. A mí me ha tocado recorrer este último tiempo prácticamente todos los distritos de la provincia de Buenos Aires en busca de elementos de prueba en el marco de causas de corrupción. El trabajo investigativo demanda mucho tiempo. No hay horario.

- ¿Cómo se definiría el trabajo del Re.P.Ar?
Actis Dato: Nosotros en sí somos la parte fiscalizadora de la provincia de Buenos Aires de lo que es la Ley Nacional de Armas y Explosivos. En mi trabajo tengo una parte registral, administrativa, y una parte operativa. La parte registral toma trámites en toda la provincia de aquellas personas que quieran hacerse legítimos usuarios de armas, que registren armas o las transfieran. La parte operativa se traduce en hacer inspecciones, fiscalizaciones a comercios de armería, agencias de seguridad privada, polígonos de tiro.

- ¿Ustedes también participan de la destrucción y de la custodia de las armas?
Actis Dato: Sí, participamos de la custodia y el traslado. Actualmente existen casi 7 mil armas alojadas que se rotulan con un código de barras que suministra la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), ex RENAR.

- ¿A raíz de la información mediática sobre inseguridad se incrementó la solicitud de portación de armas?
Actis Dato: No, porque es un sistema de pesos y contrapesos donde para la persona que quiere adquirir armas es muy difícil. La legislación nuestra y las disposiciones que da la nueva ANMaC han implementado un sistema que exige una serie de requisitos y capacidades para que una persona se haga de un armamento.

- ¿El Re.P.Ar asiste en allanamientos?
Actis Dato: Sí, siempre lo hizo porque si bien no somos peritos especialistas en armas, sí somos idóneos en lo que es la materia registral; podemos controlar todo los documentos que surjan durante una investigación. Entonces somos constantemente consultados por el Poder Judicial, inclusive cuando tienen que detener a una persona.

- ¿Qué tipo de delitos investiga Activos Ilegales? ¿Cómo los definiría?
Dávalos: Lo que se investiga es el activo de lavado; activo de ilícitos, el dinero espurio que viene por la droga o que viene por la corrupción. La corrupción es a través del desvío de fondos; a través de gestiones políticas que desvían los fondos. Todas las causas de corrupción tienen su tiempo, hay causas que han llevado más de cinco años y hay causas que se extienden mucho más en el tiempo, depende de la cuestión fiscal, la cuestión de juzgamiento y el otorgamiento de prueba.

- ¿Es difícil probar un delito de este tipo?
Dávalos: Hoy por hoy, por la globalización, las tecnologías, las herramientas son fáciles de lograr y de suministrar. Los fondos se detectan a través del levantamiento del secreto fiscal. Trabajamos con la UIF (Unidad de Información Financiera) y con el Procelac (Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos). Al levantar el secreto fiscal se descubre dónde están los fondos ubicados. Buscamos las terceras personas, las sociedades fantasmas, las sociedades Offshore para poder evitar paraísos fiscales. ¿Cómo se detectan estos elementos? A través de órdenes de presentación donde se buscan elementos de prueba, cruces telefónicos, facturaciones, compras, suministros, elementos para campañas políticas. Se ha llegado a detectar, en varios allanamientos, el desvío de fondos en las obras de arte.

- ¿Por qué es tan difícil lograr la ley de extinción de dominio?
Dávalos: Comparto la pregunta. La ley de extinción de dominio significa recuperar todo lo que fue sustraído por parte del gobierno o por parte del sector público o privado que, ejerciendo un cargo, ha retenido o ha desviado fondos. Entonces, ¿qué es lo que está faltando? Que esa extinción de dominio salga como ley. Una vez aprobada la ley se pueden recuperar todos esos fondos. En ILEA, hicimos un trabajo final en donde planteamos que se recompense, a través de la extinción de dominio, al personal policial que ha trabajado en las causas y que ese dinero que se recupera de la corrupción vuelva al estamento que lo ha trabajado; también que ese dinero vuelva a la institución para comprar móviles, uniformes, armamento, proveernos de tecnología, que es tan necesaria. Que vuelva, que se recupere.

- ¿Y ese proyecto lo trabajaron en Estados Unidos?
Actis Dato: Sí, en el curso. Una tarea especial, un trabajo final de cierre de este curso. Nos hicieron hacer un trabajo sobre algo que ocurriera en el país y que podamos trabajar como idea.

- ¿Y esta idea podría servir también para evitar la corrupción?
Dávalos: Serviría para evitar la corrupción y también ofrecer recompensa para quien denuncie, que eso ya se está aplicando en los países de Latinoamérica. Al particular que denuncie que hay corrupción en tal o cierto lugar, recompensarlo. Hablamos de crear un sistema con nuestra Policía, con nuestra gente, con informantes, con recompensa, con agente encubierto. Es más, tenemos también la protección del imputado que se arrepiente y el juez lo acepta, lo homologa antes de que llegue a sentencia.

- ¿Por qué consideran que tiene que existir un sistema de recompensa, ya sea para el que brinda datos o para el personal policial que trabaja una causa de ese estilo?
Dávalos: Yo creo que se debe incentivar al personal; es muy difícil trabajar en el área de corrupción y en el área de activos porque tenemos que mantener un secreto y una reserva donde nada pueda salir de este sistema. O sea, la mínima información que sale del circuito cerrado de trabajo es demora y pérdida de trabajo porque la información se pierde y los delincuentes se nos adelantan y no llegamos a la finalidad. Entonces, es necesario tener gente capacitada.

Actis Dato: Por eso nosotros planteamos un escenario de un sistema de recompensas para el civil y un sistema de ascenso, por ejemplo, por mérito, para el personal policial. No nos olvidemos que estamos por vocación acá. Lo bueno es que se trataría de un incentivo para el personal policial que interviene.

- ¿De qué trató el curso en Estados Unidos?
Actis Dato: En realidad fueron dos. Uno era sobre liderazgo, cómo se debe comportar un líder ante sus pares y sus subalternos. Esa primera parte fue muy buena, dictada por exjefes de fuerzas de Estados Unidos, gente con mucha capacidad. La segunda parte era sobre lavado de activos dictada por gente del FBI. Además, durante la última semana -más que todo para tener un panorama de lo que es la Justicia en Estados Unidos- nos llevaron a presenciar un juicio oral real, con jurados, con una persona que estuvo casi a punto de ser sentenciada con 54 años efectivos de prisión. Incluso pudimos estar en la sentencia.

Dávalos: Fuimos testigos del momento en que la sacaron detenida y se despidió de la familia homologando una sentencia de 9 años reducida por el juez, teniendo en cuenta el acuerdo entre las partes. Pero ahí tenemos que hablar de lo que es el sistema continental romanista, que es el nuestro, en relación con el sistema “common law” que es totalmente distinto. Ellos se manejan a través de las enmiendas, nosotros a través de la Constitución. La justicia de ellos es mucho más celérica. También presenciamos otras audiencias con una jueza que acá sería Jueza de Familia, que ordenó cinco restricciones a determinadas personas en 20 minutos. Si fuera tan expeditiva nuestra Justicia no habría femicidios. Quedó claro, con esto, que la palabra del Juez está por sobre todo; la gente se retiró sin la más mínima queja.

- ¿Podemos decir que en Argentina la corrupción, la falta de respeto a la autoridad es un problema cultural?
Actis Dato: Yo creo que sí, por eso te decía que depende cómo uno tome la Justicia y la autoridad. Si es favorable para mí, la justicia es la mejor del mundo; cuando la decisión no me es favorable, son los peores jueces, los fiscales son corruptos. El ciudadano americano tiene una idea de la Justicia que es totalmente superadora de la que tenemos nosotros. Uno le dice “llegaste hasta acá” y los ciudadanos saben que si transgreden ese límite las penas son bastantes grandes.

A este panorama puede sumarse el hecho de que delitos similares sean castigados de diferente manera por dos Jueces distintos.
Dávalos: Ahí está el problema. Las libres convicciones son tan amplias que le permiten a un Juez la facultad de hacer o deshacer.

Actis Dato: Las libres convicciones están basadas en normas éticas o morales. No hay una ley escrita que diga cómo actuar en las libres convicciones y no existe un protocolo. Otra de las cosas que tienen los ciudadanos americanos son los protocolos. Mi oficina tal vez no tenga 100% que ver con la violencia de género, pero formamos y somos pioneros de un protocolo de violencia de género para situaciones que incluye personal policial, con una mesa interdisciplinaria integrada por Servicios Sociales, Asuntos Internos, Personal, Control Disciplinario, entre otros.

- ¿Por qué creen que fueron elegidos para estos cursos?
Dávalos: En mi caso para reforzar mis conocimientos sobre activos. Me sirve para la aplicación de lo que es la norma y el trabajo de campo. He aprendido muchas técnicas nuevas del FBI que si bien no son compatibles con nuestro derecho sí sirven para tomarlas en cuenta y mejorar el trabajo.

Actis Dato: En mi caso, creo que es un premio al trabajo que hace la oficina.

- ¿En qué se sintió fortalecido?
Actis Dato: Creo que en la formación para la conducción: uno no nace líder, uno se forma líder;  el mando y el comando se van forjando en la carrera. Esta capacitación fue una herramienta muy importante para esto.

- ¿Y cuáles piensan que son los atributos que debe tener un líder en la Policía?
Dávalos: La Policía es piramidal, lineal, es mando y conducción. Hay que conducir, hay que establecer normas, principalmente sobre la ética y trabajo diario.

Actis Dato: Sí, sobre todo lo que tiene que ver con la honestidad. Un buen líder tiene que ser honesto consigo mismo y hacia los demás.

Dávalos: Debe ser transparente para que el personal subalterno se inspire.

Actis Dato: Ser el ejemplo y dejar el ejemplo. El día de mañana se acordará cada uno de nosotros de un jefe que lo marcó en ese sentido.  Por sobre todo vivimos aprendiendo y aprender es necesario.

- ¿Proyectan trabajar juntos a partir de esta capacitación?

Dávalos: Yo ya estuve reunida con la Embajada de Estados Unidos. Vamos a seguir trabajando con la gente del FBI sobre nuestro proyecto y alguna otra cuestión más.

Actis Dato: Sí, se sigue trabajando y sobre todas las cosas, interactuando. Seguimos en contacto con los otros integrantes del curso, de los grupos de Colombia, Paraguay y obviamente con Estados Unidos por ser el anfitrión. El nuestro era un grupo bastante heterogéneo en el que contamos con un Juez Federal, un Fiscal, personal policial de diferentes policías de nuestro país y del exterior.

- ¿Y se puede trabajar en conjunto?
Actis Dato: Sí, recientemente y a raíz del contacto establecido en los cursos, desde Paraguay nos solicitaron información sobre un protocolo sobre toma de escuelas.

Dávalos: Nosotros pasamos a ser delegados de ILEA. Podemos ir a la Embajada y aportar lo que consideremos para nuestra Policía. Lo que queremos fomentar es que haya más cursos para la Policía de la provincia de Buenos Aires.

- ¿Ha podido volcar todos estos conocimientos a sus subalternos?
Dávalos: Es un objetivo a futuro pero ya se viene haciendo. Desde que llegué ya estamos aplicando cuestiones aprendidas allá.

Actis Dato: Claro, estoy aprovechando las técnicas de lenguaje físico que nos han enseñado y las estoy compartiendo con mis camaradas.

Hay que sacar lo mejor de cada uno
Actis Dato: Sí, aparte no nos olvidemos que seguimos formando policías porque el personal que tenemos a cargo nos mira. Celebro que existan estos cursos. En los últimos años la capacitación ha vuelto a ser tenida en cuenta. Estas son experiencias para recomendar. Durante un mes dejamos un montón de cosas de lado: la familia, el trabajo, todo lo que hacemos; pero nos fuimos a capacitar y lo hicimos a conciencia y la calidad del curso es formidable.

Dávalos: “Jamás olvidemos que somos los buenos”, esta frase fue elegida por todos los integrantes de la delegación; es una conclusión elegida por el equipo. Quedó plasmada en la placa que nos entregaron y una igual quedó allá, en Roswell. Fue pronunciada por el Alcalde de la ciudad en un discurso.

- ¿Qué satisfacciones les dio la policía?
Actis Dato: A mí me dio muchas cosas. A mí me dio la satisfacción, primero, de poder formar una familia porque tengo un trabajo. Y después estoy muy agradecido a la Policía por estudiar. Y esto es una discusión que tengo siempre con compañeros de promoción que se han ido de la fuerza a trabajar al Poder Judicial y yo siempre los tildo de ingratos porque quien pudo estudiar lo hizo porque tenía el sostén y el empuje de la Policía.

Dávalos: Para mí la Policía es vocación, es servicio y yo busco la igualdad de la mujer y el hombre. Lo que más destaco es la jerarquía que se me ha otorgado siendo mujer. Haber llegado a ser Comisario Mayor en la institución policial para mí es lo máximo. Yo siempre busco la igualdad y el crecimiento de la mujer en todo aspecto, a nivel político, a nivel policial, a nivel fuerzas de seguridad, fuerzas armadas en general. La posición que la mujer tiene que ocupar, porque no somos menos,  debe ser igual a la del hombre.




Crédito de fotos: Comunicación Institucional Policía de la provincia de Buenos Aires​​.

Entrevista, REPAR, Mónica Dávalos, Emilio Actis Dato, Activos Ilegales, Superintendencia, Tráfico de Drogas Ilícitas, Crimen Organizado, Planeamiento, Operaciones Policiales