Perfiles Criminales: Aspectos generales y su aporte en la Investigación

8/11/17

Declaración Jurada Patrimonial

Lic. Daniel Alejandro Osorio
Dirección Análisis de la Conducta Criminal y Victimología de la Superintendencia de Investigaciones en Función Judicial

Perfil criminológico es un concepto de origen americano que se ha formulado por primera vez en el FBI en la década del 70, originando la creación de la Unidad de Ciencias del Comportamiento. A lo largo del tiempo se han distinguido dos sistemas: el inductivo, que descansa básicamente en la información proveniente de delitos pasados y el método deductivo que se asienta sobre el análisis de la evidencia tanto física como psicológica que deja como impronta el agresor, así como en el conocimiento profundo de la víctima. El criminólogo y psicólogo genovés Vicente Garrido propone una postura mixta, con énfasis en la perspectiva deductiva. 
Desde nuestra Dirección, su realización se establece sobre las bases de la práctica y el aporte de nuestra disciplina, la psicología. En este punto y antes de comenzar, es necesario comprender el sentido de llevarlo adelante, su alcance y objetivos.
El perfil criminológico es una herramienta de análisis de información tendiente a ordenarla e interpretarla  de modo dinámico. Se nutre de los datos que se recolectan y que incluye toda la información proveniente de la escena, desde los resultados arrojados por las pericias que realiza policía científica, datos objetivos de telefonía, computadoras, celulares y cámaras hasta las declaraciones testimoniales recogidas a lo largo de la tarea policial.
Su función primera es la reconstrucción del delito como un proceso. Desde nuestra labor, el delito no es interpretado como un acto sino como un proceso que suele iniciar antes que suceda el accionar que se encuentra siendo investigado. Del mismo modo que el delito no es observado como un hecho aislado y estático, tampoco lo es el perfil. Éste debe ir absorbiendo la nueva información que va surgiendo en el proceso investigativo y reelaborándose a medida que se avanza, dando lugar a la delimitación de hipótesis investigativas. En el inicio, cuando la información es poca, el perfil propone las hipótesis más probables. Pero a medida que se progresa y aparecen nuevos datos, dichas hipótesis van modificando y completándose. Las hipótesis, tomando los elementos con que se cuenta, deben intentar responder “cómo”, “por qué” y “a quién” para inferir “quién”.
El perfil criminal analiza dos ejes principales: el aspecto victimológico y el criminológico. El primero refiere al conocimiento profundo de la víctima, que es uno de los mayores aportes del psicólogo en la investigación (a quién). A través de numerosas entrevistas se exploran las diversas aéreas vitales en búsqueda de sus características psicológicas, las que se observan en funcionamiento, a su vez, respecto de su entorno psicosocial. Los factores de vulnerabilidad indican aspectos a tener en cuenta dando lugar a la estimación de riesgo victimal y sobre qué puntos puede haber ingresado su agresor. La elaboración de la línea de tiempo y perfil geográfico permiten no sólo un ordenamiento de datos sino también un conocimiento detallado de su rutina y hábitos, de los que se desprenden usualmente detalles de interés.
Al referirnos a la tarea realizada en este ámbito hablamos de Exploración y no de Evaluación porque nuestro método de abordaje es indirecto; es decir, en las ocasiones en que no puede encontrarse presente el sujeto de mención, la labor toma como objeto la información proveniente del círculo familiar y social cercano.
Como expresó Rodríguez Manzanera, conocido criminólogo mexicano, “la victimización no es un evento al azar, puede calcularse la probabilidad de ser víctima de acuerdo a tiempo y espacio, así como a características personales y sociales”. Así, nuestra labor estará centrada en la exploración de los factores de riesgo victimal que se hallen presentes y que nos permitirán inferir el estado de vulnerabilidad al que se encuentra expuesto un sujeto  a ser víctima de un delito entendiendo dichos factores como toda condición que favorezca la victimización. Los factores de riesgo victimal no son de ningún modo las causas de lo sucedido sino que simplemente son factores que están asociados al evento. Lo importante aquí es que suelen demarcar a qué eventos, qué es lo que indica las hipótesis más probables y un lineamiento para la recolección de información.
Las áreas a explorar incluyen características biográficas: estado emocional, hábitos, relación con el medio, pertenencias, conductas de riesgo,  entre otros. Los componentes del análisis victimológico deben arrojar un conocimiento de la víctima que permita acercarnos a su subjetividad.
 De manera correlativa, en la escena del hecho y a lo largo de su proceso, el agresor deja su impronta, la que debe ser cuidadosamente analizada en búsqueda de la motivación principal de su acercamiento a la víctima y del desenlace de lo ocurrido. Dicha motivación resulta de sumo interés ya que aporta información directa respecto de las líneas investigativas a seguir indicando las áreas de mayor importancia.
El fin de nuestra intervención consistirá en delimitar los aspectos de la singularidad del sujeto que nos permitan arribar a un diagnóstico presuntivo que tenderá, por un lado, a  establecer el nivel probable de riesgo al que esa persona se ha encontrado expuesto y, por otro, acotar las diversas hipótesis investigativas a los fines de colaborar en la búsqueda de las respuestas acerca de “quién”.
Entonces, en función de las características del caso, concentra dos aspectos principales: el aspecto victimológico y el criminológico; ambos, a su vez, interrelacionados de manera dinámica. Las características de la víctima y del agresor, su motivación y las escenas de su encuentro tanto como las circunstancias previas a que se desencadene el suceso investigado son observadas como un todo, permitiendo interpretar la diversa información que se encuentra contenida en la pieza judicial de una manera consistente. Asimismo, las inferencias que de dichos puntos se desprenden permiten sugerir intervenciones tendientes a recoger nueva información que colabore con el esclarecimiento del hecho investigado.
A la vez que los resultados de las pericias realizadas van explicando “cómo”, nosotros vamos intentando aprehender “por qué” y “a quien”. La investigación en su conjunto, a través de todos los que la integramos, intentará responder “quién”.
Los perfiles resultan un valioso aporte en la investigación de diversos delitos, principalmente homicidios, secuestros extorsivos, abusos sexuales seriales así como en ocasiones de averiguación de paradero.  

 

 

 


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