La Policía de la provincia de Buenos Aires, haciendo eco de los lineamientos de la sociología criminal imperante en ese momento, creó el 1 de junio de 1923 en el ámbito de la División Investigaciones, el Museo Policial. El mismo, según lo que determinara la resolución que le diera origen, estaría formado por distintos instrumentos, adquisiciones, donaciones, colecciones, reproducciones y todo otro elemento que por su naturaleza pudiera ser aprovechado en las investigaciones.

Hacia finales de la década de 1940 el Museo se hallaba emplazado en los subsuelos del Departamento Central de Policía, actual Ministerio de Seguridad. Aquí, donde el destacado médico legista y funcionario policial, Dr. Constantino Vesiroglos, organizó las diversas colecciones con las que se fue enriqueciendo paulatinamente el museo, bajo un carácter netamente criminalista. En esa época tenía una doble finalidad: enseñar y transmitir el conocimiento de la investigación criminal a los futuros peritos que estudiaban las diferentes especialidades de la ciencia y técnica criminalística.

A los elementos históricos se sumaron las reproducciones en cera a escala real confeccionadas por expertos convocados a tal fin. Las mismas eran obtenidas de los cuerpos en la sede de la morgue policial o de cuerpos vivos. Las escenas confeccionadas con los "muñecos de cera", como se los conocía en la institución, representaban delitos varios, desde un homicidio hasta una estafa.

El Museo Policial fue adquiriendo un renombre y prestigio nacional e incluso internacional, siendo visitado por diversas policías europeas y americanas como Scotland Yard del Reino Unido y la policía de los Estados Unidos.

En el año 1957, el Museo se trasladó a la casona que ocupa hasta la actualidad, en calle 53 No. 393 de la ciudad de La Plata, sitio en el que se distribuyeron las exhibiciones en sus diferentes salas y se continuaron las exposiciones de las figuras de cera. Trabajaron en aquellos años, en su sede, ebanistas, herreros, carpinteros, yeseros, escultores y destacados maestros que hicieron sus aportes artísticos. A su vez, fue aumentando y enriqueciendo sus colecciones que terminarían conformando el acervo permanente y de gran valor histórico que posee en estos días.

Años más tarde, en el año 1978, en homenaje a su gran impulsor, se le impone al Museo Policial, por iniciativa del Comisario Vicente David Borda Barrera, el nombre de "Inspector Mayor Dr. Constantino Vesiroglos".

A través de donaciones de diversos particulares y de ex funcionarios policiales, sus bienes históricos fueron incrementándose, uniendo a su patrimonio en el año 1989, el denominado Fondo Particular Juan Vucetich compuesto por mobiliario, documentos, libros, autógrafos y cartas que pertenecieron al reconocido investigador croata.

A 98 años de su creación, con el rango de Dirección, el Museo Policial se ha convertido en un verdadero complejo museográfico, documental e histórico. Custodio de la memoria policial resguarda, protege y preserva importantes colecciones fotográficas, materiales, documentales.

Actualmente está integrado por un equipo de profesionales, historiadores, sociólogos, artistas plásticos, visuales y comunicacionales, heraldistas y traductores, realizando diferentes actividades culturales y de investigación. Ha participado en exposiciones y en muestras itinerantes. Ha realizado publicaciones bibliográficas sobre historia y temas policiales y se encuentra plenamente integrado al espectro de los organismos culturales y patrimoniales de la ciudad y de la provincia desarrollando con ellos tareas en forma mancomunada.