Como todos los años, los cristianos, vamos a celebrar una nueva Semana Santa: un tiempo que se inicia con el Domingo de Ramos, alcanza su punto culminante en el Viernes Santo y tiene su meta en el Solemne Domingo de Resurrección. Esta celebración nos traslada siempre al tiempo y a la tierra del Señor, al momento en que se cumplió la misión para la cual el Hijo de Dios se hizo hombre y entró en las coordenadas de la historia: salvarnos a todos; destruir el poder absoluto del pecado y de la muerte; abrir para todos los hombres de todos los tiempos las puertas del Reino de los Cielos.
En este tiempo de Semana Santa somos especialmente invitados a dejarnos abrazar por la Misericordia de Dios y a seguir los pasos de Jesús de Nazaret, participando de las celebraciones litúrgicas (Misas y procesiones) y de los actos de oración y de piedad de estos días (Vía Crucis, Adoraciones, Rosarios). Es un camino espiritual en el que los rezos, los oficios religiosos y las prácticas de devoción hacen presente el sacrificio y el "paso a la vida nueva" que hicieron posibles la entrega del Señor en el altar de la Cruz y su Resurrección.
Como todos los años, quiero hacer llegar a todos y a cada uno de los que forman parte de nuestra querida Familia Policial una cariñosa bendición. Los abrazo con afecto, pidiéndole al Señor Resucitado que les permita vivir una hermosa Semana Santa y recompense el esfuerzo y la dedicación que le ponen al servicio que cada día prestan en las distintas dependencias, para cuidar, proteger, defender y asistir a todos los vecinos de nuestra extensa provincia.
Que descienda sobre ustedes, familiares y seres queridos, por intercesión de nuestra Madre Santísima de Luján y de nuestro Santo Patrono, San Miguel Arcángel, la bendición de Dios Todopoderoso; del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.