En el 133° aniversario de la Agrupación Sinfónica conversamos con su Director
30/06/17
El 1° de julio la Agrupación Sinfónica de la Policía de la provincia de Buenos Aires cumple su 133° aniversario.
Fue creada con el objetivo de responder a las necesidades de que un conjunto musical actuara en los desfiles y conmemoraciones patrias y que a la vez ofreciera retretas en las principales plazas de la ciudad.
En la actualidad, la Banda de Música, dependiente de la Secretaría General de Policía, es conducida por el Mayor Salvador Lorenzo y el Capitán Pablo Torino.
El Mayor Salvador Lorenzo es hijo de un músico, estudió trombón de vara en el Conservatorio desde el año 1980 y el 16 de marzo de 1982 ingresó a la Banda de Policía. Desde hace tres años dirige la Agrupación Sinfónica de la Policía de la provincia de Buenos Aires y ése es su mayor orgullo.
- ¿Qué recuerdos tiene de sus primeros años en la Banda?
Muy lindos, muy exigentes. El trabajo era idéntico al que se lleva a cabo ahora. Se realizaban ensayos parciales a la mañana y a la tarde y, por esa época, la banda contaba con unos 120 músicos. Hoy la Agrupación cuenta con 75 integrantes y siempre aspiramos a sumar más personal. Íbamos a tocar a todos los pueblos de la provincia en los servicios de fiestas patronales pero, en general, la actividad era la misma que estamos haciendo. Ahora le sumamos conciertos didácticos para que los chicos conozcan los instrumentos y los sonidos de cada uno; para ellos es una novedad. La semana pasada estuvimos en Mar del Plata en unas escuelas muy humildes, muy sencillas y fue muy gratificante porque los chicos nunca habían escuchado ciertos instrumentos. Les explicamos cómo suenan, cómo se ejecutan, cómo se sopla cada uno; los ejecutamos individualmente para identificarlos y después tocamos todos juntos. Fue muy lindo para los músicos también y es una forma de acercamiento de la institución con la comunidad; el trabajo es de integración con la comunidad.
- ¿Hay un cierto prejuicio por tratarse de la banda de Policía?
En algunos lugares lo podemos encontrar; a veces nos hemos encontrado con un prejuicio hacia el uniforme. Yo siempre digo que nosotros y los bomberos somos la cara más amigable de la Policía pero, de todas formas, si hay algún prejuicio dando vueltas desaparece cuando comenzamos a tocar. Al final el saldo siempre es muy positivo.
- ¿Cómo se seleccionan los temas que se interpretan?
Hay un arreglador de la banda que es quien selecciona los temas. Para cada concierto seleccionamos 10 temas y los ensayamos. Tenemos un archivo muy amplio, entonces vamos poniendo un poco de música de película, un poco de música popular o de un grupo de rock, un tango, un paso doble y también una obra sinfónica, con instrumentos más infrecuentes de escuchar, con campanas o timbales y la banda se luce mucho. El tocar música popular es muy bueno porque de inmediato uno tiene el efecto en la gente que reconoce lo que estamos tocando. La sorpresa también está cuando interpretamos cosas que no son tan conocidas pero que tienen una masa sonora particular. Es muy bien recibido por la gente.
- ¿O sea que la banda es utilizada como un vehículo de cultura? Están presentando un tipo de música que tal vez no es a lo que accede la gente diariamente.
Sí, exactamente, les presentamos algo que, quizás, no conoce. Y se lo presentamos en vivo, porque la música de los instrumentos en vivo permite otra percepción. Incluso, cuando la situación lo permite presentamos también voces en vivo. En estos momentos, la Agrupación Sinfónica cuenta con dos integrantes que cantan.
- ¿Qué representa para usted la música en su vida?
Una paz interior. Yo siempre digo que tener un instrumento musical en la mano es lo más sublime que puede tener una persona siempre y cuando le guste la música. Cuando interpreto o estudio música, solo o en grupo, siento una emoción grande.
- ¿Cuándo fue la primera vez que tocó un instrumento musical?
Cuando tenía más o menos 16 o 17 años. Mi primer instrumento fue el trombón de vara. Siempre me gustó la banda en conjunto, las orquestas. No sólo toqué para esta Agrupación sino que he participado en el Teatro Argentino, he tocado el trombón en las óperas como La Traviata y Aída.
- ¿Hay una historia familiar en relación a la música?
Puede ser: mi papá es músico, es jubilado de la Banda del Servicio Penitenciario. Su vida siempre fue la Banda; el mismo instrumento que ha tocado él, toco yo. Mi hija estudió flauta traversa pero no lo ha tomado como una profesión.
- ¿Qué significa para usted seguir el camino de su padre?
Un orgullo. Él me ha inculcado tener una responsabilidad en el trabajo. Eso es algo fundamental que hoy se ha perdido en parte. Estudiar siempre y tratar de estar siempre preparado, ensayar. Eso me lo inculcaron, también, mis jefes: el maestro Ítalo Nardo, el maestro Barraza, el maestro Velazco. Muchas cosas que hoy como director pude lograr son a partir de lo que me enseñaron ellos porque uno siempre aprende de los que saben más.
- ¿Usted participa de alguna otra banda musical?
Tocaba, ahora ya no. Tocaba en la orquesta tropical, en quintetos. Fui fundador de la orquesta de Berisso, que depende de la Municipalidad y que es una orquesta de cámara.
- ¿Alguna vez tuvo la posibilidad de estar en una banda junto con su padre?
Hace muchos años hubo un encuentro de bandas y ahí tocamos juntos. Fue en la Escuela de Cadetes del Servicio Penitenciario. Las bandas que participaron tocaron juntas la Marcha de San Lorenzo. Un orgullo.
- Hasta ahora estuvimos hablando de la música que usted toca, ¿a la hora de escuchar, qué le gusta?
Todos los géneros: jazz moderno, jazz antiguo onda Glen Miller, salsa, bolero, rock. Por eso es que tratamos de ir modernizando el archivo que tenemos en la banda. A las obras sinfónicas le sumamos música popular. Para la sociedad, para los chicos, uno puede tocar muy bien una obra clásica pero siempre hay que tocar música actualizada, música que quien escucha reconozca. Los géneros pueden convivir perfectamente y para cada uno hay un lugar.
- ¿En qué momento del día escucha música?
Todo el día, desde la mañana bien temprano. Ceratti, Mozart, Gilda. Hoy estuve escuchando la Sinfonía de Dvorak, Nuevo Mundo. Todos los géneros. Me gusta mucho el grupo Maná, los Redondos. Yo tuve la suerte, no todos tuvieron esa posibilidad, de tocar todos los géneros.
- ¿Cuáles son los requisitos que tiene que tener una persona que quiera ser parte de la Banda?
La actividad de la Banda es una actividad muy particular, entonces pienso que tiene que ser una persona que más allá de gustarle un instrumento, le tiene que gustar la actividad que hacemos. Yo puedo ser un gran instrumentista pero si como músico no le pongo actitud, el trabajo no sale bien. Hay cosas que pueden ser innatas pero hay muchas cosas que se incorporan estando en la Banda. Es un oficio particular el músico de banda, porque también tiene que tenerse en cuenta el desfile y la coordinación. La coordinación es un requisito en sí. Nosotros tenemos que tocar caminando que no es lo mismo que tocar sentados. Hay que tener incorporada en la memoria la música y, al mismo tiempo, mantener el control de las piernas y llevar el paso. Hay que ir tocando, hay que ir caminando de una determinada manera, con una cierta actitud corporal y, simultáneamente, hay que prestar atención a las señales del bastón. El bastón va indicando movimientos, hacia un lado, hacia el otro, hacia adelante, frenar, cambiar de marcha. Y todo eso es simultáneo.
- ¿Le han tenido que decir a alguna persona que no puede seguir?
No, porque generalmente con trabajo y práctica, con vocación, se puede. De todas formas, cuando vienen a probarse hacemos un ejercicio de motricidad también. Nos ha pasado que hay gente que no coordina pero eso se lo corrige. El oficio de músico de banda tiene características distintas. Hay otra cantidad de aptitudes que son tan importantes como saber tocar.
- ¿Cuántas mujeres hay en la Banda?
Actualmente hay alrededor de siete mujeres; tocan flauta traversa, saxo, percusión. Hasta hace cuatro años, por tradición, no había mujeres en nuestra banda ni en ninguna otra de las fuerzas. Ahora todas las bandas tienen integrantes mujeres.
- ¿Cuántas horas de ensayo demanda esta actividad?
Depende de lo que el servicio nos permita porque como viajamos todo el tiempo, ensayamos siempre pensando en el próximo concierto o si hubo algo que no salió bien en un servicio, vamos por eso.
- De todos los actos institucionales, ¿cuál es el acto al que ustedes sienten que no pueden faltar?
El Día de la Policía, el 13 de diciembre. Esa es una fecha en la que nos gana la emoción y el sentimiento. Otro momento que consideramos fundamental es el Toque de Silencio.
- ¿Cómo fue la historia de la Marcha del Liceo?
El año pasado, en una reunión con liceístas que aún están en actividad nos enteramos de que había una Marcha del Liceo. Buscamos la partitura por todos lados, sabíamos que el autor era un sacerdote de apellido Lombardi, que falleció. Incluso, buscamos entre las cosas de él que fueron donadas al Seminario. La única referencia que teníamos era el recuerdo de los liceístas. Debimos hacer una tarea de reconstrucción. Los liceístas la cantaron, la grabamos y la reescribimos. Hernán Díaz fue el arreglador que escribió las voces para el resto de los instrumentos, respetando esa forma. Fue un trabajo de más de un mes. La tarea más difícil fue desarrollar la introducción y el intermedio.
- ¿Se emociona cuando toca?
Sí, y muchas veces cuando dirijo también. Hasta cuando ensayo. Me emociono mucho con La Marcha de San Lorenzo, con Avenida Las Camelias, con el Uno Grande, con Curupaytí, con Capibary.
- ¿Cuál es el consejo que le daría a los integrantes de la Agrupación Sinfónica?
Les recordaría que hay que practicar mucho porque cuando uno no toca un instrumento, el instrumento lo deja al profesional. Es como si un abogado dejara de estudiar, cada día es menos abogado. Y con el instrumento pasa lo mismo. Por eso yo siempre le digo a la juventud que el trabajo nuestro es un trabajo sublime y es un trabajo digno. Muchas veces les digo: "Muchachos, no saben lo que es tener un instrumento; adoren el instrumento, cuiden el instrumento; si no estudian ahora, ¿cuándo van a estudiar?". El servicio se hace lo mejor posible tratando de tocar lo mejor posible.
- ¿Cuántos años de antigüedad tiene?
Tengo 34 años. Mientras Dios me de vida quiero quedarme, si las autoridades no disponen lo contrario.
- ¿Y en el caso de que le llegara la orden de retiro, a qué dedicaría su vida?
Disfrutaría de la vida pero extrañaría mucho la actividad de la Banda. Yo les digo: "muchachos cuando yo me jubile, igual vengo, con el bastoncito pero vengo". Me gusta ser parte de la Banda. Hay gente que está contando los días para jubilarse. No es mi caso.
- ¿A quién le dedicaría su último concierto?
A mi familia y a toda la plana mayor porque yo les tengo que agradecer mucho. Estoy muy conforme porque la banda siempre ha sido respetada en todas las representaciones.
Crédito fotos: Comunicación Institucional Policía de la provincia de Buenos Aires.