Después de los hechos acaecidos en 1810 y la conformación de primer Gobierno Patrio, sumado a la firme intención de los patriotas de finalizar con el dominio colonial español, el 9 de julio de 1816 los congresales reunidos en Tucumán declararon la independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica.
Narra la historia que el diputado Francisco Narciso de Laprida preguntó a los 29 diputados presentes: "¿Queréis que las Provincias de la Unión sean una Nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli?". Todos respondieron afirmativamente y firmaron el acta de la independencia.
Para llegar a esta decisión trascendental los congresales trabajaron arduamente durante varios meses; las sesiones en las que discutían e intercambiaban ideas en las que proyectaban lo que sería la Argentina comenzaron en marzo, en la casona de Francisca Bazán de Laguna, actualmente conocida como la Casa Histórica de Tucumán.
El Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas en Sudamérica se propuso debilitar las tensiones internas entre Buenos Aires y las provincias, y reaccionar ante los ejércitos realistas que avanzaban nuevamente después del regreso al trono del Rey Fernando VII. A su vez, el General José de San Martín hizo llegar su voz a Tucumán a través de cartas en las que insistía en la urgencia de declarar la independencia y que luego llevaría más allá de los límites de las Provincias Unidas.
La declaración de la Independencia de las Provincias Unidas en Sudamérica fue la expresión unánime de la voluntad de emancipación, de ser un territorio libre y soberano.