MENSAJE Y BENDICIÓN DEL CAPELLÁN GENERAL CON MOTIVO DE LA NAVIDAD
20/12/19
Se aproximan las fiestas y siempre este momento resulta especial. Ante estas celebraciones, la intención es saludar a todos los integrantes, hombres y mujeres, de la Policía de la provincia de Buenos Aires y alentar a los mencionados con el fin de que sigan siendo ejemplo de honestidad, rectitud y trabajo.
Para muchos la Navidad se ha transformado en una oportunidad de reunirse a cenar y a brindar en familia o con amigos, en la ocasión para intercambiar regalos, y festejar con explosiones y fuegos artificiales. Pero ni la comida, ni la bebida, ni los regalos, ni los adornos, ni la pirotecnia, ni el mismo Papá Noel son el motivo de la Navidad, ni lo más importante. Todas estas cosas, debieran ser en realidad, la expresión exterior de una alegría espiritual más profunda, del gozo interior por la actualización de un acontecimiento redentor: el Misterio Divino por el cual apareció el Mesías en el horizonte de la historia. El gran signo navideño que da sentido a nuestra celebración, según el anuncio de los ángeles a los pastores, es el Niño Dios envuelto en pañales recostado en un pesebre. Allí se encuentra lo más importante de la Navidad: Jesús mismo, nuestro humilde Salvador.
En los pesebres que armamos en todas las iglesias, o en el que tenemos al lado del árbol de Navidad en nuestros hogares, se nos hace una invitación a recordar por un lado el hecho histórico de que en la plenitud del tiempo querido por Dios, el Padre Celestial envió a su Hijo que se hizo hombre en el seno purísimo de la Virgen María, y que nació en Belén; y por otro, que el nacimiento en el tiempo del Niño Jesús, es un acontecimiento sobrenatural, que da inicio a un proceso redentor que se consumará con la entrega que Jesús hará de su vida en la cruz y con su resurrección. La tierna escena de Belén, que cada pesebre recrea, nos acerca a los Divino, y tiene un mensaje que perdura en el tiempo y atraviesa las generaciones; nos habla de muchas cosas: de la misericordia de Dios, de un amor compasivo por nuestras miserias, y de un amor que nos rescata; de las carencias y de la fragilidad de los hombres, del amor de familia, de la reconciliación y del perdón, de la adoración y de la gloria debida al Altísimo, de unidad, de concordia y de paz.
¡Qué importante es hacernos tiempo para contemplar estas cosas en el pesebre, y para pedírselas rezando al Niño Dios¡ En esta Navidad, quiero bendecir a todos y a cada uno de los hombres y mujeres de nuestra fuerza, y por medio de ellos extender esa bendición a sus hogares y a los que aman e invitarlos, a que con espíritu de fe, al participar de la Misa de Navidad o al brindar con los nuestros, pensemos y encomendemos en la oración a nuestras familias y amigos, a nuestra amada policía y a los que comparten nuestra vocación de servicio, a aquellos que en este año han entregado su vida cumpliendo con el deber y a sus seres queridos que sentirán su ausencia en estas fiestas, a nuestras autoridades, a nuestra Provincia de Buenos Aires y a nuestra querida Argentina.
Pbro. Hernán Andrés Remundini
Capellán General
Policía de la Pcia. de Bs. As.
MENSAJE Y BENDICIÓN DEL CAPELLÁN GENERAL CON MOTIVO DE LA NAVIDAD