Hoy se llevará a cabo la Jornada de capacitación denominada "La Guardia di Finanza italiana en la lucha económico-financiera contra el crimen organizado", coordinada por la Jefatura de la Policía de la provincia de Buenos Aires y la Secretaría General de Policía, con la visita del Coronel t. ST. Paolo Brucato, Agregado de la Guardia di Finanza de la Embajada de Italia en Argentina, quien disertará acerca del crimen organizado de naturaleza económica, el terrorismo y las estrategias de seguridad utilizadas para combatirlos.

Cada año, casi siempre en el mes de Abril, volvemos a transitar la Semana Santa. Como su nombre lo indica, no es una semana cualquiera, dado que en ella ocurre algo que la hace especial: en los días que la conforman, somos invitados a una vivencia espiritual extraordinaria: contemplar y revivir los Misterios Salvadores que ocurrieron hace dos mil años, y que tuvieron por protagonista a Jesucristo, y que van desde su entrada en Jerusalén, pasando por su Última Cena, hasta su Pasión, Crucifixión, Muerte, y Resurrección.
Es cierto que la Semana Santa, nos da la oportunidad de compartir más tiempo con nuestros seres queridos, de descansar de la rutina de todos los días, y hasta de pasear un poco en familia. Sin embargo, nada debiera desenfocarnos del sentido más profundo de estas jornadas: dedicar tiempo para Dios, visitar nuestra Iglesia, participar de las celebraciones, orar, agradecer, encomendar a los que amamos, y poner nuestra vida, a los pies de Aquel, que en un acto de amor supremo, entregó la suya por nosotros y por nuestra salvación.
El Sacrificio de Cristo, que es un acto de Misericordia Divina, ha tenido un valor redentor infinito, que alcanza a todos los hombres de todos los tiempos; pero que también, nos ofrece hoy, un testimonio moral que ilumina tantas acciones humanas hechas sólo por amor, con total desinterés: la abnegación de una madre o un padre por sus hijos; la dedicación de los que trabajan por construir la justicia y la paz; la solidaridad de quienes asisten a los más necesitados; la generosidad de tantos voluntarios que colaboran en hospitales, hogares de ancianos, barrios, comedores, etc.
Los policías que viven su función pública con una auténtica vocación de servicio, también hacen patente ese amor gratuito que nos ha enseñado Jesús al entregar su vida: cada mañana, los hombres y mujeres de nuestra fuerza, salen de sus hogares, para cuidar en las calles a los vecinos de nuestra Provincia; con su cercanía nos hacen sentir protegidos y seguros; en distintas dependencias, escuchan a los que se acercan con problemas, miedos y dramas personales o sociales, los contienen, los aconsejan, les tienden una “mano amiga”; y muchas veces, luchando contra el mal, arriesgan o pierden su vida para defender la de los demás.
Al celebrar una nueva Semana Santa, quiero invitarlos a que juntos le pidamos al Señor Muerto y Resucitado, que derrame su bendición sobre cada uno de los miembros de nuestra familia policial, que todos los días lo dan todo por amor, sirviendo a los bonaerenses. Y este próximo Domingo de Resurrección, cuando en familia celebremos su Pascua, roguémosle que sostenga a nuestros seres queridos, nos conserve unidos, sanos y salvos, y nos ayude a seguir caminando juntos el camino de la vida, con espíritu solidario, con esperanza y con alegría.

¡Feliz Pascua de Resurrección!
Pbro. Hernán Remundini Capellán General