Esta mañana se ofició una Misa por el Día de la Familia Policial en conmemoración del fallecimiento del niño Mario Maximiliano Leguizamón, hijo del por entonces Cabo Primero Mario Leguizamón, efectivo de la Jefatura Departamental San Isidro, quien fue asesinado en medio de una tentativa de robo ocurrida en el 2002.
La ceremonia fue llevada a cabo por el Arzobispo de la Arquidiócesis de la Ciudad de La Plata, Monseñor Gabriel Antonio Mestre; el Capellán General de Policía, Presbítero Hernán Remundini; el Capellán Mayor José Zuleta y Capellanes Descentralizados.
Estuvieron presentes los padres de Mario, Alejandra Patricia Moyano y Mario Leguizamón, el Secretario General de Policía, Comisario General Lic. Eduardo Saúl Merlo Giménez, Subsecretarios, Superintendentes, autoridades, personal policial e invitados especiales. La Agrupación Sinfónica asimismo acompañó la ceremonia con sus acordes.
El Arzobispo dijo que este es un día que tiene su lado doloroso; inmediatamente, se dirigió a los padres recordando el fallecimiento de su hijo, "lo que es dolor se transforma en semilla de esperanza de Pascua, por eso estamos rezando todos, para valorar y pedir el don de la Unidad, por la Familia que son, la Familia que tienen y la Familia que sirve".
Refirió que nosotros somos la Familia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y resaltó la importancia de cada una de nuestras familias, porque son ellas quienes nos comprenden y contienen día a día. Por último, habló de la ciudadanía como la familia que cuidamos a diario y que a su vez debe cuidarnos también.
Al término del oficio religioso, el Arzobispo bendijo a la Familia policial. Luego el Secretario General junto al Capellán le dieron un presente a la familia del niño.
Finalmente, en representación de nuestra Institución, el Secretario General de Policía se dirigió junto a los padres de Mario hacia la placa ubicada en la Plaza Rivadavia frente al edificio del Ministerio de Seguridad, en homenaje a la Familia Policial.