Esta mañana, en la Capilla interna del Ministerio de Seguridad, se celebró la Santa Misa con motivo de  la Festividad de Nuestra Señora de Luján.
La ceremonia, a cargo del capellán José Zuleta, fue organizada por la Dirección Capellanía General, y contó con una importante afluencia de personal del edificio.
El 8 de mayo fue declarado Día de la Virgen de Luján porque ese día, pero en el año 1887, Monseñor Federico Aneiros, arzobispo de Buenos Aires, con la asistencia de altos dignatarios de la Iglesia Romana y del Cabildo Eclesiástico Metropolitano, coronó a  Nuestra Señora de Luján por orden del Papa León XIII.
La Virgen de Luján es la primera en América a la que se la ha concedido los honores de la Corona Pontificia.
En el Boletín Oficial del 17 de marzo de 1998 se publicó el Decreto N° 283 por el cual el Poder Ejecutivo Nacional declaró Monumento Histórico a la Basílica de Nuestra Señora de Luján.
La milagrosa historia de la Virgen de Luján se inició cuando Antonio Farías Sáa, un hacendado radicado en Sumampa (Santiago del Estero) quiso colocar en su estancia una capilla para la Virgen. Le pidió a un amigo que vivía en Brasil que le enviara una imagen que representara la Inmaculada Concepción de María. El amigo le envió dos, la que le había encargado y otra de la Virgen con el Niño Jesús. Cuando llegaron, fueron colocadas en una carreta y partieron en caravana rumbo a Sumampa.
La imagen era llevada en carreta de Buenos Aires a Santiago del Estero cuando se detuvo inexplicablemente a las orillas del río Luján, muy cerca de la casa de Don Rosendo Oramas. Se cambiaron los bueyes y se bajó la carga, pero sin resultado. Los bueyes rehusaban cruzar el río. Entonces alguien observó las dos pequeñas cajas con las imágenes de la Virgen. Bajaron la estatua de la Virgen con el Niño sin que nada sucediera pero cuando removieron la caja con la Inmaculada, inmediatamente los bueyes echaron a andar. Los asombrados testigos repitieron esto una y otra vez, con idénticos resultados. Así comprendieron que Nuestra Señora quería quedarse en Luján. En un principio la imagen fue llevada a la casa de Don Rosendo, quien fabricó la capilla primitiva donde se veneró a Nuestra Señora durante cuarenta años.​