Becas en la República Popular de China

Más capacitación para el personal policial

30/03/2017

Dos efectivos policiales se encuentran cursando sendas becas en la República Popular de China, becados por la policía de ese país en el marco de la política de capacitación llevada adelante desde la Superintendencia General de Policía.
La Subcomisaria Mariana Rosa Gallardo, numeraria de la Comisaría 5° de Mar del Plata se encuentra realizando la Master’s Degree in Policing, curso que se inició en el mes de octubre de 2016 y que se extenderá por dos años.
En tanto, el Oficial Subayudante Diego Riddick, numerario de la Jefatura Distrital Norte – City Bell – se encuentra perfeccionando sus estudios en el XI Programa de Aplicación de la Ley que se dicta desde el mes de septiembre último y finaliza en el mes de agosto próximo.
Gallardo y Riddick manifestaron su agradecimiento a las autoridades de la Policía de la provincia de Buenos Aires y del gobierno bonaerense la posibilidad de recibir una capacitación de excelencia como la que les brinda esta beca y se comprometieron a compartir con sus colegas todo lo aprendido.
En contacto con nuestra página, los efectivos policiales compartieron sus experiencias y opiniones.


¿Cuáles fueron sus expectativas al solicitar la beca?
Mariana Gallardo: Mi expectativa fue lograr una mayor capacitación a nivel personal para poder aplicarla a nivel institucional y poder trasmitir los conocimientos de carácter internacional a futuro en la labor diaria
Diego Riddick: Las expectativas respecto del curso estaban centradas en tener una experiencia única y totalmente diferente de aprendizaje en el extranjero, con todo lo que eso conlleva , lejos de los afectos pero con innumerables posibilidades de personas por conocer y conocimientos por adquirir.

¿En qué medida se han cumplido?
M.G: La capacitación se está cumpliendo progresivamente teniendo en cuenta que recientemente finalicé el primer semestre. Estoy logrando una mayor capacitación en idioma chino y mejorando mi nivel de inglés en virtud que las clases se dictan únicamente en idioma chino y solamente se habla inglés entre los participantes del curso los cuales son de países de Asia y Arabia por lo que hay una multiplicidad de idiomas asiáticos. Hemos participado de conferencias internacionales como así también diversas capacitaciones en estupefacientes, armas y procedimiento y psicología social dentro de la materia de seguridad.
D.R: Tras seis meses transcurridos desde mi llegada a suelo chino debo decir que las expectativas no sólo se han cumplido sino, incluso, superado.
El estudio del idioma chino se vio fortalecido por vivir en una ciudad que exige un uso diario e intensivo del mandarín, así como usos y costumbres tan particulares y distintas a las nuestras. A estos, tan importantes, sólo pude acceder gracias a esta estadía en Beijing.

¿Cómo aplicará lo aprendido en el curso a su regreso?
M.G: Dentro del Área de Seguridad podré ejecutar la totalidad de mis conocimientos adquiridos para mejorar la capacidad operativa y educativa de la institución policial; como así también, dentro del ámbito privado, la utilización del idioma chino como herramienta educativa en mis futuras capacitaciones.
D.R: Respecto de la aplicación de lo hasta ahora aprendido, ciertamente rescato varios de los métodos de enseñanza de mis profesores y los conocimientos adquiridos que voy a volcar en mi trabajo en la Institución policial. Por otra parte, otros conocimientos también ganados en este período serán de gran utilidad en mis continuos estudios de otros idiomas.

¿Cómo es la experiencia personal en un país con una cultura tan diferente a la propia?
M.G: Mi experiencia personal es muy buena ya que China es un país donde existe mucho respeto, educación y limpieza. Un lugar donde tienen una historia muy enriquecedora y donde no se ven policías custodiando las calles con armas en la cintura. Lo más difícil a la hora de la adaptación son los horarios de las comidas y los tipos de alimentos porque los mismos son excesivamente picantes; el almuerzo es a las 11 de la mañana y la cena a las cuatro de la tarde. Éste es un curso muy enriquecedor ya que permite interactuar y conocer diferentes costumbres, sistemas de organización social y principalmente sus sistemas de seguridad y leyes en sus países, generando muy buena camaradería entre pares.
D.R: La experiencia personal en un país cultural e históricamente tan diferente a la Argentina puede ser un poco difícil de sobrellevar al principio, especialmente dada la barrera que coloca el idioma. Sin embargo, China posee infinidad de realidades. En particular la que a mí me atañe, la vivencia en Beijing, es muy especial y positiva. La ciudad es una urbe increíblemente desarrollada, vibrante y con una actividad frenética. Existe una importante comunidad de extranjeros residentes, la mayoría como estudiantes de universidad o con trabajos altamente especializados. Es el contacto con esta comunidad la que permite un acceso a infinidad de naciones, no sólo la local. Asimismo, un gran número de latinoamericanos permite reencontrarnos con nuestra lengua madre. La presencia de argentinos en las grandes urbes de China no es un hecho menor, producto de oportunidades laborales, así como de un cupo de becas otorgadas a Argentina para el estudio del idioma chino, que es ciertamente elevado. La gran ciudad posee el encanto de las megalópolis: el poder vivir la cultura y lengua local y otro tanto de un creciente flujo de extranjeros. Fuera de estos conglomerados urbanos, está la China más tradicional. Es rica en historia y tradiciones y ofrece la chance de poder interactuar con una población local muy diferente a la que podemos encontrar en la vida diaria de Beijing.

¿Con representantes de qué otros países han podido intercambiar experiencias?
M.G: He interactuado con la totalidad de los participantes y establecido muy buenas relaciones con personas de países como Afganistán , Camboya, Pakistán, Indonesia, Jordania, Kyrgyzstán, Laos, China, Myanmar, Nepal, Filipinas, Arabia Saudita, Thailandia, Vietnam.
D.R: Este curso al que se me ha otorgado la oportunidad de participar cuenta con un gran número de estudiantes provenientes del sudeste asiático. Entre mis compañeros se encuentran efectivos de Vietnam, Corea del Sur, Laos, Camboya, Myanmar, Tailandia, Mongolia, Kirguistán, Sri Lanka, Pakistán, Arabia Saudita, Armenia y Jordania. Entre los estudiantes no-asiáticos, hay compañeros de Angola, Francia, España e Italia. La Argentina es, en esta promoción, el único país de todo el continente americano con estudiantes en el curso, uno de la Policía Federal y yo.




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