CUSTODIA   FUNCIONARIOS  EXTRANJEROS

02/08/17

El Comisario Mayor Gustavo Lugos, con 45 años y 26 de antigüedad en la fuerza, está a cargo del Departamento de Asuntos Extranjeros, Migraciones y Culto dependiente de la Secretaría General de la Superintendencia General de Policía.

Cuando se encontraba cursando Ciencias Económicas en la Universidad Católica de La Plata nació su vocación policial, hecho que se vio reforzado por la figura de su padre que también pertenece a las filas de la Institución.

En 1991 ingresó a la Escuela de Policía Juan Vucetich, logró obtener uno de los mejores promedios y consiguió la jerarquía de Cabo 1° Cadete en segundo año. Posteriormente, hizo el curso de Subinstructor Policial para desempeñarse como tal. Más tarde, fue ayudante de la Jefatura de la Escuela Vucetich durante cuatro años y luego cumplió la misma función en la Dirección del Liceo Policial Comisario General Jorge Vicente Schoo, además de ser secretario de ese establecimiento educativo. También, cumplió funciones en la Coordinación Operativa de Seguridad y en la Superintendencia de Policía de Seguridad Vial hasta llegar al destino actual.

- ¿Desde qué año presta servicios en el Departamento de Asuntos Extranjeros?

Estoy en este Departamento desde el año 2004. Este destino fue pasando por diferentes conducciones; es decir, primero dependía de la Subsecretaría Administrativa; después, pasó a depender de la Coordinación Operativa de Seguridad y en la actualidad, de la Secretaría General de Policía.


- ¿Cómo llegó a trabajar a este Departamento?

En realidad, no conocía cuál era el trabajo de Asuntos Extranjeros; como yo cumplía la función de secretario del Superintendente en la Coordinación Operativa de Seguridad recibía las novedades de lo que era el trabajo en sí. Ahí me empezó a interesar y comencé a preguntarle al entonces jefe de esta división.

- ¿Hubo algún hecho que originó el nacimiento de esta dependencia?
Yo creo que en 1996 el entonces Jefe de Policía ha tomado conciencia de que nuestra Jefatura debía contar con un departamento de esta índole puesto que Policía Federal ya lo venía trabajando y en lo que refiere a la custodia de funcionarios y dignatarios extranjeros se necesita gente abocada a este fin, capacitada y especializada para que en forma cotidiana pueda llevar a cabo esta función.

- ¿Dónde realizan la formación?

La formación es realizada en las diferentes embajadas; por ejemplo la Embajada de Estados Unidos o la Embajada de Israel. Allí nos dictan cursos en los cuales -es muy bueno recalcarlo- también participa el Embajador porque no solamente el personal que custodia tiene que tener la capacitación, sino que el custodiado tiene que saber cuál es la estrategia o el trabajo de la custodia.

- ¿Trabajan por pedido expreso de Cancillería?

En realidad, nosotros trabajamos a solicitud y pedido de Cancillería de la Nación Argentina; es decir, nosotros manejamos una agenda con la cual Cancillería nos comunica los diferentes arribos y las diferentes visitas de los dignatarios extranjeros que llegan al país en forma semanal y que transitan la provincia de Buenos Aires.

- ¿Esos cursos los hace solamente usted o también sus empleados?

No sólo los hago yo sino que también los hacen parte de los empleados; es decir, no todos vamos al mismo curso pero lo que sí hacemos, cuando volvemos del curso, es convertimos en agentes multiplicadores; todo lo que se pudo aprender en los diferentes cursos se vuelca al personal que no asistió. ¿Por qué? Porque de esta manera nosotros articulamos el trabajo y funcionamos todos con el mismo conocimiento de aprendizaje.

- ¿A qué tipo de personalidades custodian, específicamente?

A todo tipo de personalidades; es decir, a solicitud de la Cancillería de la Nación a todos los funcionarios o dignatarios extranjeros que arriban al país: presidentes de naciones, ministros, reyes, reinas, príncipes y embajadores que residen en la República Argentina. A cada uno de los visitantes se le asigna un nivel de seguridad. Cuando a Argentina llegó el entonces Presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, más allá de que uno maneja un nivel de seguridad pasamos a ser auxiliares de la custodia del Presidente de los Estados Unidos.

- ¿Y cuántas horas de su tiempo demanda el trabajo cuando viene un funcionario de rango tan alto?

El trabajo demanda las 24 horas del día de todo el personal. Es decir, cuando es un funcionario de alto rango y transita la provincia de Buenos Aires, nosotros desplegamos un servicio de custodia permanente; convivimos con el funcionario, nos alojamos en el mismo hotel y realizamos las mismas actividades que realiza.

-Dentro de lo que se puede contar, ¿cuáles son las medidas que se toman cuando un funcionario pisa tierra argentina?

Cuando se programa la llegada de un funcionario lo primero que se hace es trazar un plan de trabajo y ver cuáles son los lugares que va a visitar. Acorde a eso se hace un servicio de avanzada; es decir, se trabaja con antelación al servicio de custodia. Personal de este Departamento concurre al lugar y obtiene una visión general del lugar donde va a ingresar ese funcionario. Lo primero que se determina es un espacio seguro donde el personal policial alojará al funcionario si hay algún inconveniente de inseguridad. Después se trabaja en conjunto con diferentes estamentos de nuestra Policía. No sólo el Departamento de Asuntos Extranjeros trabaja con su gente sino que en forma cotidiana trabaja con la Coordinación Operativa de Seguridad porque en relación a la jurisdicción donde se esté desplegando el servicio se afecta al personal de alguna de las 32 Jefaturas Departamentales; se trabaja con la Superintendencia de Planeamiento porque en forma permanente uno genera una orden de servicio mediante el Centro de Operaciones Policiales (COP) y, a su vez, se afecta servicio de la División Seguridad Especial Halcón; a funcionarios de la Dirección de Caballería y de Infantería. En realidad, trabajamos en forma conjunta y mancomunada con los diferentes organismos de nuestra Policía. También, con la Superintendencia de Policía de Seguridad Vial, con el apoyo de la División Motorizada y con la Superintendencia de Seguridad Siniestral. Es muy importante hacer un control excesivo en lo que refiere a explosivos; es decir, lo peritos en explosivos hacen un control minucioso del lugar donde va a ser recibido dicho funcionario.

- ¿Todas estas tareas son coordinadas por este Departamento?

Sí, todas estas tareas son coordinadas por el Departamento de Asuntos Extranjeros.

- ¿Y en el caso de que algún funcionario pase el límite de la provincia?

Se trabaja en forma conjunta con la policía de las otras provincias; es decir, tenemos que tener en cuenta que trabajamos directamente con el Departamento de Asuntos Extranjeros de Policía Federal; no nos tenemos que olvidar que Policía Federal tiene jurisdicción en todo el ámbito nacional, entonces nosotros acompañamos al funcionario hasta el límite de jurisdicción de la provincia de Buenos Aires con otra provincia y Policía Federal continúa con el servicio en conjunto con la Policía correspondiente.

- ¿Hubo algún funcionario que fue reticente a contar con los servicios de la Policía?
Sí, puede suceder que un funcionario le manifieste a Cancillería de la Nación que no quiere contar con los servicios de seguridad y que se va a manejar con el servicio permanente de seguridad propio de esa embajada y, en este caso en particular, Cancillería nos lo comunica para que nosotros tomemos conocimiento de que en el ámbito territorial de la provincia de Buenos Aires tenemos a un funcionario pero no se afecta un servicio de custodia fijo por parte de este Departamento. Cuando el funcionario determina que no quiere el servicio, se cumple su solicitud.

- ¿Cuáles fueron los funcionarios más importantes que ha tenido que custodiar?

Yo creo que la totalidad de presidentes latinoamericanos transitaron por República Argentina y participaron de diferentes eventos en los cuales nosotros no sólo los custodiamos sino que también formamos parte de ese evento. Tal como fue la Cumbre de las Américas que se llevó a cabo en la ciudad de Mar del Plata donde el funcionario más importante era el Presidente de los Estados Unidos y las medidas de seguridad adoptadas eran un servicio de élite donde uno no sólo podía custodiar sino aprender de ellos mismos.

- A nivel personal, ¿qué le ha permitido esta función?

A nivel personal me permitió crear lazos con todas las embajadas y con todos los embajadores que residen en la República Argentina. Pero estos lazos tuvieron, siempre, una utilidad institucional.

- ¿Si se produce la visita de un exfuncionario, corresponde también un servicio de custodia?

Si viene en carácter de visita oficial y su ingreso es por Cancillería de la Nación, sí. Cancillería de la Nación nos extiende la solicitud del servicio y en forma permanente hemos custodiado ex funcionarios, como expresidentes o exvicepresidentes.

- ¿Han recibido el agradecimiento formal de algunos visitantes?

Sí, tenemos gran cantidad de agradecimientos y felicitaciones de las diferentes embajadas que son muchas. También hemos recibido un agradecimiento personalizado por parte del Presidente de los Estados Unidos una vez que se retiró de nuestro país.

En las en alguna de las situaciones de custodia que han tenido que realizar, ¿tuvieron algún inconveniente?

Sí, tuvimos inconvenientes que si bien no llegaron a un grado de inseguridad donde corrió riesgo la vida del funcionario o mandatario custodiado tuvimos que realizar una evacuación. Es decir, debimos evacuar al funcionario del lugar en donde estaba. Un ejemplo fue una amenaza de bomba hace bastante tiempo ya.

- ¿Cuál es la primera anécdota que se le viene a la mente cuando recuerda todos los años de trabajo en este Departamento?

Como anécdota puedo contar que en una oportunidad en la que el Embajador de los Estados Unidos vino a ver un recital de rock en el Estadio Único de La Plata, hicimos un servicio de avanzada minucioso al respecto para brindarle toda la seguridad que merece tan elevada jerarquía. Cuando llegamos al Estadio, el Embajador tomó la decisión y nos pidió no ir al palco presidencial sino que quería ir al campo con toda la gente a ver su show desde ahí. Entonces, allí comenzaron las inquietudes y dudas profesionales pero lo estaba solicitando el Embajador en persona. La situación se resolvió haciendo un corralito entre todos los custodios que estaban en el lugar teniendo una visión amplia, permanente y sin sacarle la vista a toda la gente que lo rodeaba. Otra anécdota fue la ocurrida en el show de los Rolling Stones. El embajador de los Estados Unidos vino y participó de los tres recitales. En la última noche, debimos custodiarlo en el escenario. Terminamos en el escenario con los Rolling Stones.

- ¿Es más fácil custodiar a una mujer o a un hombre?

Para mí es exactamente lo mismo; es decir, nosotros en el Departamento de Asuntos Extranjeros contamos con personal masculino y femenino capacitado para llevar adelante el servicio de custodias. Cuando el custodiado es una mujer, por supuesto, asiste personal femenino porque tiene que hacer un acompañamiento permanente y debe, por ejemplo,  ingresar a un sanitario con la funcionaria.  

- ¿Cuántos hombres y cuántas mujeres tiene el Departamento?

Tenemos 11 hombres y 5 mujeres.


- ¿Les ha ocurrido tener que custodiar a más de una personalidad al mismo tiempo?

Sí, eso es casi permanente. Hay días que tenemos tres servicios de custodia y son tres grupos operativos los que salen a custodiar a los funcionarios.

 

- ¿Hay algún funcionario que ha custodiado y que le pareció un gusto trabajar por la calidad de persona?

Yo creo que sí, nosotros nos sentíamos muy a gusto con el Embajador de los Estados Unidos, el señor Noah Mamet, quien nos consideró en un círculo de amistad, no sólo a nuestro Departamento sino a todo el personal de custodias.

 

- ¿Qué características tiene que tener una persona para desarrollar este trabajo?¿Cuál es el perfil de esa persona?

Lo ideal sería que maneje algún idioma, que tenga presencia y que esté consciente de que tiene que trabajar hasta que el funcionario se retira del lugar. Es un trabajo difícil porque faltamos cuatro o cinco días de nuestros hogares.

 

- ¿Los funcionarios suelen llegar a nuestro país con sus familias?

Sí, muchos de ellos. Si hay orden de Cancillería de realizar una custodia por separado de cada integrante de la familia, así se plantea el servicio.

 

- ¿Qué ropa usan cuando hacen las custodias?

Nosotros usamos traje, saco y corbata. El Departamento de Asuntos Extranjeros cuenta, a diferencia del Policía de seguridad de calle, con chaleco antibalas bajo ropa y usamos el arma provista. Nos movemos en vehículos policiales no identificables; es decir, la función es ciento por ciento de civil. Es personal del agrupamiento Comando pero con vehículos no identificables y saco y corbata.

 

- ¿Cómo se aplican las nuevas tecnologías al trabajo?

Hemos aprovechado muy bien todos los avances tecnológicos como por ejemplo la implementación de inhibidores de señales. Entonces, uno tiene que capacitarse al respecto para no quedar afuera del sistema. Estos inhibidores de señales son para Internet y para bloquear señales de todo tipo de sistemas, como por ejemplo celulares actuales en 3G, 4G, LTE, CGM; inhibe GPS, WiFi y la tecnología vieja de celulares que es CDMA, Lojack y señales de radiocomunicaciones. Todo esto para evitar algún tipo de atentado con gente que está infiltrada en cercanías del funcionario y que recibe alguna directiva.

 

- ¿Han tenido que proceder ante una persona que quiso atentar o llamarle la atención a un funcionario?

í, eso es en forma permanente, cuando el funcionario se maneja en lugares públicos. Si bien no hubo atentados registrados, hubo personas en actitud dudosa por las que el personal policial optó por apartarlos. En realidad, el procedimiento es identificarlo, apartarlo del lugar. Una vez identificado, como nuestro personal no puede alejarse del funcionario, se trabaja en forma conjunta con la policía de la calle, se le da la novedad y ellos se ocupan al respecto.

 

- ¿Algún funcionario evadió intencionalmente la custodia?

En una oportunidad recibimos la visita del Príncipe Harry, el hijo de Lady Di. Debimos custodiarlo doce días en un campo de Polo. La custodia de su país, que vivía casi pegada a él y que era quien se responsabilizaba de su seguridad, todas las noches nos tocaba la puerta para avisarnos que el Príncipe no estaba, que se había ido del lugar en el que se alojaba. Entonces lo salíamos a buscar y siempre lo encontrábamos en el pueblo.

 

- ¿Siente orgullo por este trabajo?

La verdad que sí, me gusta muchísimo. Es decir, en casi 13 años de prestar funciones en este Departamento lo he aprendido a abrazar y a querer.

 


- ¿Cómo toma su familia el alejamiento por las custodias?

Ellos ya están acostumbrados; mis hijos tienen 14 años de edad, prácticamente nacieron con este destino. Saben que cuando uno tiene que salir en función de custodia, el servicio puede ser largo. Tenemos un contacto y una comunicación permanente.

 

- ¿Cómo es la relación con el servicio secreto de los Estados Unidos?

Cuando vino el Presidente de Estados Unidos nosotros comenzamos a trabajar con un mes de antelación; es decir, el servicio de avanzada comenzó un mes antes al arribo del Presidente. Ellos vinieron antes, en principio, para entrelazar lazos de confianza pero en un determinado momento era un trabajo en conjunto. Compartieron con nosotros las directivas dispuestas y trabajamos juntos.

 

- Cuando se plantea todo un programa de seguridad ¿cuáles son los primeros ítems que se tienen en cuenta?

En realidad, para que se tome conciencia de cómo se involucra un servicio de seguridad de esa índole, cuando el Presidente de los Estados Unidos visitó Argentina, antes de su arribo, llegaron 16 toneladas de logística; es decir, a veces se escapa a nuestra realidad. Él contó con su VIP, con un auto especial en el cual se iba a desplazar y con otros vehículos similares que eran utilizados para confundir.  A veces uno no toma conciencia o desconoce todo lo que ocurre detrás de lo que es un servicio de custodia de esa índole. 

 

Crédito fotos: Comunicación Institucional Policía de la provincia de Buenos Aires​​.

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